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Perdida entre un mar de libros –
Cuando vi este libro entre las novedades de Picarona no pude resistirme a leerlo. Hace cuatro años que leí la primera aventura de este pequeño dragón en Fergal echa humo y sigue siendo un libro muy presente en mi vida porque mis peques siguen eligiendo leer sus aventuras de vez en cuando. El travieso Fergal es genial para enseñar a los peques a lidiar con sus emociones negativas, así que tenía muchas ganas de ver como afrontaba el hecho de mentir.
Empezaré hablando sobre la portada. Me encanta el diseño de estos libros porque tienen un hueco en la portada que nos enseña a un Fergal con cara de culpabilidad. En esta ocasión, el hueco simula un cristal roto por una pelota y ya nos da una idea de lo que ocasionará la gran mentira que da sentido al argumento. Además, las ilustraciones me gustan mucho porque los animalitos son muy tiernos e inspiran mucha ternura.
A lo largo de la historia vemos como a Fergal le gusta decir mentiras, suele ser algo inocente: ha viajado en avión, el dinero que se ha encontrado es suyo… Sin embargo, romper el cristal de Oso hace que todo cambie de manera radical porque él no asume su culpa.
Después de esta mentira, una extraña sensación se instala en la tripa de Fergal, ¿serán remordimientos? ¿qué tendrá que hacer para que se le pase? ¿tendrá que reconocer que fue él quien rompió el cristal?
La historia me ha parecido maravillosa. Ya sabíamos que Fergal tiene facilidad para meterse en líos, pero me gusta ver como se da cuenta de ello e intenta arreglar todos los problemas que ha causado. Para mí, lo más destacado es ver como se refleja el sentimiento de culpabilidad: tristeza, irritabilidad, dolor en la tripa…
Creo que puede ser muy útil para que los niños propensos a las mentiras puedan empatizar con el protagonista al verse reflejados sus sentimientos cuando otra persona sufre las consecuencias de sus engaños.
Trabajar con un niño que miente es bastante complejo, pues si no lo hacemos de manera correcta podemos lograr el efecto contrario: seguirá mintiéndonos, pero cada vez lo hará mejor y no descubriremos sus mentiras. Por ello, trabajar la empatía a través de cuentos y analizar el comportamiento de los personajes en lugar del suyo propio puede lograr que tengan empatía sin sentirse atacados o avergonzados.
También he disfrutado con el desenlace final de la historia. Fergal asume las consecuencias de sus actos y acepta su castigo compensando el daño ocasionado. Pero lo más destacado es que la historia no criminaliza sus acciones anteriores, sino que se canaliza su gran imaginación y se busca una solución que le permita darle rienda suelta sin tener que mentir a los demás.
En definitiva, Fergal y la mentirijilla es un libro que acerca a los niños a las mentiras y sus consecuencias. Permitiéndoles empatizar tanto con el mentiroso como con quien sufre las consecuencias de las mismas. Es realmente útil como punto de partida para poder reflexionar sobre el hecho de mentir, las consecuencias que puede tener y darles otra idea para utilizar su imaginación sin necesidad de engañar a los demás.